Es
apenas tarde.
Nada
definitivo;
no es
mañana aún,
no es
jamás aún,
no es
nunca,
ni
para siempre.
Es
apenas tarde.
Un
pequeño giro
de
manecilla
y
todas las horas de nuevo,
todos
los meses de nuevo.
Es
apenas tarde.
Yo te
espero
-aquí-
en el
origen de los días.